sábado, 21 de abril de 2007

Lorenzo Lotto

Portrait of Andrea Odoni


Affreschi dell’Oratorio Suardi fica no Balneário de Trescore, em Bergamo (os afrescos de Lotto)
apresenta cenas do Martírio de Santa Bárbara

"El Dios que se aparece a Scolio es una divinidad andrógina, una «mujerhombre»,
con «las manos abiertas y dedos extendidos». De cada dedo, que simboliza uno
de los diez mandamientos, brota un río en el que beben los seres vivientes:
El primer río corre lleno de miel suave,
duro y líquido azúcar el segundo,
de ambrosía es el tercero, y de néctar es el cuarto,
el quinto maná, el sexto pan que en el mundo
nunca ha habido ni más blanco ni liviano
y a cualquier difunto le devuelve el gozo.
Bien dice la verdad un hombre pío
que la faz del pan nos muestra a Dios.
El séptimo aguas lleva preciosas,
el octavo fresca y blanca mantequilla,
el noveno son perdices gordas y sabrosas,
que si así son, son del paraíso.
De leche el décimo, y de piedras preciosas
son sus lechos donde siempre aspiro,
las orillas de lirios, rosas, oro, violetas,
plata y flores y esplendor del sol.
Este paraíso (y Scolio lo sabía perfectamente) se parecía mucho al país de
Cucaña.
59.
Las analogías entre las profecías de Scolio y los discursos de Menocchio
son evidentes. Está claro que no se explican por la presencia de fuentes comunes
—la Divina Comedia, el Corán— no ignoradas por Scolio y probablemente
tampoco por Menocchio. El elemento decisivo procede de un estrato común de
tradiciones, mitos, aspiraciones trasmitidos oralmente de generación en
generación. En ambos casos se produce el contacto con la cultura escrita,
adquirido a través de la escuela, que hace aflorar este estrato profundo de cultura
oral. Menocchio debía haber frecuentado una escuela de ábaco; Scolio escribía
sobre sí mismo:"

Nenhum comentário: